El sorpresivo anuncio realizado este martes por el ministro de Economía, Luis Caputo, sobre una rebaja en los derechos de exportación a los productos agrícolas deja a la contribución del sector en los valores más bajos desde que se implementaron a comienzos de siglo.
El régimen de retenciones entró en vigencia el 5 de marzo de 2002, a través de la resolución 11/02 del Ministerio de Economía.
La normativa fijo una alícuota del 10% para el trigo y el maíz, 13,5% para la soja, 5% para los subproductos (aceite y harina de soja), y 13,5% para el girasol.
A partir del 6 de abril de ese año, el impuesto subió: al 20% para trigo y maíz, 23,5% para la soja y 20% para los subproductos de la molienda de la oleaginosa.
Esos valores se mantuvieron hasta el 13 de enero de 2007, cuando la soja pasó a tributar 27,5%, y el aceite y la harina de soja 24%.
En noviembre de ese año, el trigo y el maíz pasaron a pagar 25% y la soja 35%, mientras que el aceite de soja pasó a tributar 32%.
El 13 de marzo de 2008, el Gobierno implemento la polémica resolución 125, que fijo retenciones móviles para los granos: para el trigo un máximo de 28,8% y un mínimo de 27,1%; para el maíz, 27,8% (máximo) y 22,8% (mínimo); para la soja 45% (máximo) y 35% (mínimo), y para los subproductos las alícuotas fueron de 41% (máximo) y 31% (mínimo).
Esos valores se mantuvieron hasta el 21 de julio de 2008, cuando con la derrota del Gobierno en el Congreso nacional (el recordado voto no positivo de Julio Cobos) una nueva resolución oficial fijó para el trigo una alícuota de 28%, maíz, 25%, soja 35% y los subproductos 32%.
El 23 de diciembre de ese año, la alícuota de trigo baja al 23% y la de maíz al 20%.
Esos valores se mantuvieron sin cambios hasta 2015, cuando la soja pasó a tributar 30%, y los subproductos de su molienda 32%.
El 17de diciembre de 2015, cuando asume Mauricio Macri la presidencia, el trigo y el maíz dejan de tributar, mientras que la soja reduce su contribución al 30% y sus derivados al 27%.
El 1 de enero de 2018, con la implementación de un decreto, la soja comienza un período de descenso paulatino que fue del 29,5% hasta 26,5% en julio de ese año. Sus derivados pasaron del 26,5% al 23%.
El 14 de diciembre de 2019, vuelven los impuestos para el trigo y el maíz, que pasan a pagar 12%, al tiempo que la soja y los subproductos pasaron a tributar 30%.
El 5 de marzo de 2020, el gobierno de Alberto Fernández elevó lleva las alícuotas para la soja y sus derivados al 33%.
El 1° de enero de 2021 entró en vigencia un decreto que mantuvo las alícuotas del 12% para los cereales (trigo y maíz) y mantuvo la soja en 33% y redujo al 31% las alícuotas para ambos subproductos (aceite y harina).
El 16 de marzo de 2022, los subproductos aumentaron su contribución y pasaron a pagar 33%.
El 30 de marzo de ese año, se corrigió el impuesto para ambos derivados que volvieron a tributar 31%.
El 27 de enero de 2025, las alícuotas para el maíz y el trigo se reducen al 9,5%, al soja pasa a tributar 26% y los subproductos 24,5%.
El 27 de junio de ese año, el maíz pasó a tributar 12%, la soja subió al 33% y los derivados al 31%.
El 31 de julio de este año, el Gobierno dispuso que maíz y trigo tributarán 9,5%, la soja 26%, y los derivados 24,5%
El 22 de septiembre, el decreto 683 dispuso la eliminación temporaria de los derechos de retenciones, medida que duró sólo dos días, hasta el 24 de septiembre, cuando las alícuotas volvieron al 9,5% para ambos cereales, 26% para la soja y 24,5% para el aceite y la harina.
Ahora, con el anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, de que la soja pasará a tributar 24% y sus subproductos 22,5%, las alícuotas para el complejo oleaginoso serán las más bajas desde 2007.
