Varias cadenas de supermercados regionales con presencia en Córdoba han manifestado la voluntad de acompañar la decisión del Gobierno de poner en marcha el programa Precio Justo para la carne.
“Las cadenas regionales queremos acompañar, pero para eso necesitamos que nos garanticen el abastecimiento y que el programa no termine sólo en Buenos Aries”, advierte Víctor Palpacelli, presidente de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (Fasa).
El dirigente empresarial ya había mantenido reuniones la semana anterior, cuando fue convocado por la Secretaría de Comercio Interior para analizar la puesta en marcha de un plan para contener el precio de la carne.
Según indicó Palpacelli, los supermercados le han entregado al Gobierno una “hoja de ruta” que les permita a las cadenas que decidan acompañar de manera voluntaria la iniciativa de precios disponer en tiempo y forma del abastecimiento.
En sus anteriores versiones, como Precios Cuidados y “la barata”, el fracaso de los programas de precios controlados radicó en la poca oferta que llegaba al interior del país.
“Necesitamos que sea federal; de lo contrario, sería algo más de lo mismo”, aclara el supermercadista. No obstante, en esta oportunidad, según su percepción personal, Córdoba podría disponer de más volumen.
“Tendríamos que llegar a entre mil y 1.500 toneladas mensuales”, proyectó. Sería menos del 10% del volumen estimado en el programa, que rondaría en una oferta nacional de entre 15 mil y 18 mil toneladas.
Si bien la intención del Gobierno es que los siete cortes que intervienen en el programa (costilla, vacío, matambre, falda, tapa de asado, paleta y nalga) estén disponibles a partir del viernes, su llegada a góndola podría ser más lenta.
“La logística no es fácil; quizá en algunas cadenas su implementación sea posterior. Tampoco están definidos aún los días en que los cortes a esos valores van a estar disponibles”, indicó Palpacelli.
Siete cortes con “precios justos” hasta abril
Los cortes que ingresaran al plan oficial hasta el 31 de marzo, según lo anunció el Gobierno nacional, son: la costilla, a un valor en góndola de $ 1.035; la nalga, a $ 1.375; el matambre, a $ 1.310; el vacío, a $ 1.350; la falda, a $ 675; la paleta, a $ 1.113, y la tapa de asado, a $ 1.035. Son los mismos siete cortes que el Gobierno prohibió exportar desde agosto del año pasado y hasta el 31 de diciembre.
Según los cálculos que maneja el Ministerio de Economía, los valores de venta fijados son entre 30% y 35% más baratos de que lo que se comercializa en los canales habituales.
Se podrán adquirir en las góndolas de los supermercados nucleados en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (Fasa), y bocas minoristas de los frigoríficos.
Quiénes abastecerán
El compromiso de aportar entre 15 millones y 18 millones de kilos mensuales para garantizar la iniciativa fue asumido por el Consorcio ABC, que agrupa a los frigoríficos exportadores.
El compromiso de la entidad empresaria es aportar 15 millones de kilos mensuales, al tiempo que el Gobierno negocia con otros frigoríficos para poder ampliar el volumen y llegar a una oferta de 18 millones de kilos mensuales.
Dentro de la iniciativa de precios cuidados, la carne tenía una oferta para todo el país de seis millones de kilos mensuales.
En la provincia de Córdoba, según el último Censo nacional, viven 3,9 millones de habitantes que realizan un consumo anual de 47 kilos por habitante al año, y que traducidos en volumen mensual representan 15,6 millones de kilos.
“Estamos hablando de que el programa abarca sólo una parte del consumo de carne”, aclara Palpacelli.
En Córdoba, el frigorífico Logros –ubicado en Río Segundo– es el único asociado al Consorcio ABC.
“Vamos a entregar el volumen para abastecer las bocas de Disco, Vea y Jumbo”, adelantó a La Voz, Mariano Grimaldi, presidente del frigorífico Logros.
Las razones para congelar el precio
La decisión del Gobierno de congelar el precio de la carne tiene que ver con la actualización que tuvo en lo que va del año el precio de la hacienda, luego de casi ocho meses sin cambios.
La sequía había obligado al ganadero a liquidar sus existencias, debido a la falta de paso para la alimentación, proceso que se revirtió en lo que va del año con el regreso de las lluvias. La menor oferta disponible de animales es la que hizo que el precio de las categorías de consumo –en especial novillitos, novillos y vaquillonas– subiera.
En lo que va de 2023, en la plaza ganadera de Jesús María el novillito subió 46,2%.
