Durante la primera quincena de abril, todos los cultivos de verano en la provincia –maíz, soja, girasol, sorgo y maní– ya habían superado el período de definición de rendimientos.
Según el último informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), la cosecha de soja y maíz tempranos comenzó de forma lenta, mientras que los lotes con los cultivos tardíos transitan sus etapas finales al igual que el sorgo y el maní.
Con este escenario agronómico, la cosecha estimada para la actual campaña (2024/2025) en los cinco cultivos sería de 32,057 millones de toneladas, según el cálculo del Departamento de Información Agronómica (DIA) de la BCCBA.
La proyección prevé una producción de 15,99 millones de toneladas para el maíz, 12% menos que en la cosecha anterior. A pesar de la retracción, debido a la menor superficie sembrada por los efectos del spiroplasma en la campaña pasada, el cereal vuelve a ser el grano que aporta el mayor volumen en la provincia.
El girasol sumará 291 mil toneladas, un 33% más que en el ciclo pasado; 727 mil, el maní, con un crecimiento anual del 2% y 482 mil, el sorgo, 44% más que en el ciclo 2023/2024.
El dato para destacar es la performance de la soja, cuya producción estimada en 14,55 millones de toneladas, 21% más en en la cosecha pasada, es la mayor en seis años, según los registros de la entidad bursátil.
Los 32,057 millones de toneladas previstos para esta campaña en los cinco cultivos estivales representan un aumento de 1,44% respecto al ciclo pasado, cuando se levantaron 31,6 millones de toneladas.
Las proyecciones de producción para abril anticipan rendimientos superiores a los registrados en marzo. El cultivo de maíz lidera estas estimaciones, con un rendimiento promedio de 79 quintales por hectárea, el más alto de las últimas tres campañas. En el caso de la soja, se prevé la producción más elevada de los últimos seis ciclos productivos", sostiene el informe de la BCCBA.
Si bien el ritmo de cosecha aún es lento en la mayoría de los cultivos, se advierte que las lluvias recientes y la inestabilidad climática han afectado el avance de las tareas, dificultado el secado de los cultivos y el acceso de las maquinarias a los lotes.
“En cuanto a la sanidad de los cultivos, según datos provistos por colaboradores del DIA, en soja se registró presencia moderada de arañuela (Tetranychus urticae), oruga medidora (Rachiplusia nu), oruga bolillera (Helicoverpa gelotopoeon) y el complejo de chinches (Nezara viridula, Piezodorus grossus y Dichelops baccarum). Además, se reportaron enfermedades de fin de ciclo.
En maíz, el reporte identifica la presencia de oruga de la espiga (Helicoverpa zea), tizón (Exserohilum turcicum), y oruga cogollera (Spodoptera frugiperda). Mientras que en sorgo se registraron casos de pulgones.
La BCCBA destaca el desenvolvimiento logrado por el maíz. Si se tiene en cuenta los episodios registrados durante la campaña pasada con la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), se espera este año una fuerte recuperación en los rindes, especialmente en los departamentos más afectados por la plaga.
“En el caso de Río Seco, por ejemplo, las proyecciones indican un incremento de hasta el 88% en comparación con la campaña anterior”, precisa el informe.
En el departamento Río Primero, el crecimiento en el rendimiento por hectárea sería del 64%; en Río Segundo, 59%, San Justo, 51%; Tulumba, 39% y totoral, 24%.