Con los cambios de las condiciones macroeconómicas en Argentina, el mercado de capitales asoma con mayor fuerza como aliado para el sector productivo en general y el agropecuario en particular.
Más allá de ayudar en la gestión financiera (que se había transformado en preponderante en los últimos años), con la estabilidad macro empiezan a ganar relevancia otras funciones de los instrumentos bursátiles disponibles.
En la Bolsa, el productor agropecuario cuenta con una variedad de herramientas que permiten optimizar su financiamiento, de corto y largo plazo, gestionar riesgos y planificar sus estrategias comerciales. A su vez, permiten cubrirse de eventuales vaivenes en los precios de los granos y de tipo de cambio.
Si bien la utilización todavía es incipiente, viene creciendo. “En los últimos meses, la demanda de asesoramiento financiero ha aumentado significativamente. No sólo en relación con instrumentos de cobertura o financiamiento, si no también respecto a la administración del excedente transitorio que genera el productor agrícola en esta época del año”, pondera Diego Bono, director de financiamiento de Becerra Bursátil.
Agustín Arreguy, analista financiero de Dracma, recuerda que la Bolsa de Comercio de Rosario señala que, en la campaña 2023/24, solo el 10% del financiamiento agrícola provino del mercado de capitales, mientras que el 67% se obtuvo a través de crédito comercial y el 23% mediante bancos. “Es fundamental brindar acompañamiento para que más actores puedan aprovechar estos beneficios”, dice.
Para qué utilizar los instrumentos bursátiles
Los productores pueden aprovechar las herramientas disponibles con diversos fines.
Gonzalo Gómez Pizarro, titular de Argentina Valores, señala tres utilidades del mercado: el financiamiento, la cobertura de riesgos y la gestión entre los excedentes de liquidez en períodos de cosecha.
“Hay instrumentos disponibles para todas las empresas y otros que son más útiles para el agro. Por un lado, todo lo relacionado al financiamiento; y por otro, las que están vinculadas con los futuros y opciones”, resalta Aníbal Casas Arregui, titular de S&C Inversiones.
Estos últimos, agrega, “le pueden permitir al sector agropecuario cosas que no viene haciendo y que hoy son más necesarias que nunca, como fijar el precio del valor de su cosecha. Es que hoy no sólo hay variación del precio del grano, sino también del tipo de cambio”.
Victoria Alfonso, analista de Focus Investment Management, explica que el mercado es útil para tomar decisiones comerciales de vender o no la cosecha.
“El productor debería analizar cuál es el valor en pesos que tendrán los granos en determinado momento. Leyendo los precios en el mercado de futuros, se puede tomar una referencia de cuánto está “priceando” el grano en una fecha”.
Con un ejemplo, señala que el productor debería calcular el costo de oportunidad entre guardar el grano o salir a vender: “Supongamos que tenemos la alternativa de sacar dos pasajes de bus para ir a una fecha en el futuro. La alternativa uno es un bus llamado ‘grano’ y al llegar a destino tendremos una determinada cantidad de pesos por esos granos. La alternativa dos es el bus de la ‘inversión financiera’, que implica vender los productos hoy y obtener intereses (hoy rondan el 32% anual en pesos o entre 8% y 10% en dólares)”.
“Si el productor prevé que el precio del grano no crecerá, en pesos, más del 32% anual, convendrá vender el grano y ‘viajar’ en pesos (o dólares) colocados a una tasa de interés. En cambio, si estima que el valor del grano puede valer más que el rendimiento que devuelve la colocación financiera del dinero, deberá elegir subirse al bus de guardar en stock los granos hasta la fecha prevista”, agrega.
En el primer caso, hay instrumentos financieros para obtener rendimientos; y en el segundo, tiene herramientas de cobertura para fijar el precio futuro de los granos y la cotización del dólar.
Mercado de capitales: cómo funcionan las herramientas de cobertura
El mercado típico para la gestión de riesgos y cobertura es el mercado de futuros. En Argentina, operan a través del Matba Rofex, con diversos productos.
Permiten a los productores fijar precios en un futuro y cubrirse ante la volatilidad del mercado. También ofrecen cobertura frente a fluctuaciones del tipo de cambio y se constituyen en herramientas relevantes para la planificación financiera y comercial.
Los futuros de granos, que permiten asegurar el precio de venta de la producción en una fecha determinada. De esta manera, el productor asegura hoy el valor que obtendrá por el grano que venderá en el futuro.
Esto se puede complementar con los futuros de dólar que funcionan en forma similar, para fijar un tipo de cambio en otra fecha. Y también están las operaciones por fijar garantizadas, que facilitan la comercialización de granos al permitir fijar un precio en un momento posterior a la entrega.
“Los instrumentos del mercado de capitales pueden usarse para estrategias comerciales y estrategias de cobertura, especialmente cuando el productor ya tiene una idea de sus costos y necesita ponerle precio a su producción futura para cerrar una de las variables importantes del resultado económico”, dice Gómez Pizarro.
En esta disyuntiva, el especialista de Becerra Bursátil ejemplifica estrategias parar mejorar el precio de su cosecha diferentes según el producto.
“Para el maíz, el productor podría vender al precio disponible (tomando un valor de $ 205 mil) y comprar una letra (S31L5) con vencimiento el 31 de julio de 2025, que arroja un precio final del cereal de $ 213.910,31 por tonelada. Es una mejora en el precio de 11% anualizada en comparación con la venta futura del mismo cereal mediante un forward al mismo mes (U$S 170,8) calzado con la venta de un futuro de dólar ($ 1.232,05)”.
En cambio, Bono señala que, “para la soja, actualmente resultaría más conveniente cerrar una venta futura del cereal calzado con la venta de dólares al mismo mes”.
Herramientas de financiamiento
Respecto a la posibilidad de financiar los insumos o su producción, los asesores remarcan distintos instrumentos que hoy tienen todas las empresas como los cheques de pago diferido y los pagaré bursátiles, las obligaciones negociables o los fideicomisos financieros.
Pero también hay otras más específicos para el sector agropecuario.
Uno de ellos es el flamante pagaré valor producto o “pagaré soja”. Se habilitó en diciembre y salieron por primera vez en mayo, desde la agencia local S&C Inversiones.
“Este instrumento financiero permite a los productores agropecuarios emitir pagarés cuyo valor está vinculado al precio de un producto agrícola específico, como la soja o el maíz. De esta manera, pueden acceder a financiamiento sin asumir el riesgo de fluctuaciones en los precios de las commodities, ya que el pago se ajusta según el valor del producto al momento del vencimiento”, explica Arreguy.
Casas Arregui lo ejemplifica de la siguiente manera: “Un productor que quiera financiarse en soja puede contar con un pagaré a un año, que ajusta por el precio de cierre de Rosario y va a pagar un interés, en un rango de entre el 5% y el 10% anual. Y alguien que quiere invertir en soja, puede comprar ese pagará y ganar un interés”.
“Hoy los productores agropecuarios están mucho más sofisticados, el pagaré y cheque lo usan un montón, en pesos y en dólares. Además, el mercado de capitales, en general, no tiene IVA sobre los intereses y eso hace más eficiente el financiamiento por esta vía porque el agro generalmente tiene excedentes de IVA”, agrega.
Por último, para financiar a más plazo están herramientas más sofisticadas como las obligaciones negociables o los fideicomisos financieros.
En Córdoba, un ejemplo es el Fideicomiso Financiero Agrícola con oferta pública de Becerra Bursátil, que opera unas dos mil hectáreas sembrando soja y maíz, y permite invertir en el negocio agrícola, incluso para quienes no conocen nada del sector.
