El informe de octubre de la Red Nacional de Monitoreo de la chicharrita de maíz (Dalbulus maidis), registró una retracción de la plaga en las cinco regiones maiceras, de acuerdo con datos relevados entre el 12 y 27 de septiembre.
Los expertos de la red advierten que es muy importante continuar con el monitoreo, tanto en las trampas como en los cultivos, para entender cómo la amplitud térmica impacta en la dinámica poblacional en cada región, y así tomar decisiones más certeras.
En las áreas de siembra tardía es crucial vigilar la aparición de maíces guachos y eliminarlos. Estos funcionan como un “puente verde” entre las campañas y permiten que la chicharrita sobreviva.
En el NOA, la ausencia de la plaga pasó de 24% a 33%, casi el 75% de esta región endémica aparece en excelente condición. En el NEA, el panorama favorable se dio en casi 80% de las localidades, estable con respecto al informe anterior.
En el Litoral la población también descendió; en el 92% de los casos no se detectaron Dalbulus maidis, mientras que en el 8% restante se registró sólo la categoría más baja, y esto incluso cuando el 62% de las localidades relevadas ya tienen maíz sembrado.
La región Centro-Norte alcanzó 84%, mientras que un 14% de las restantes quedó en la categoría de 1 a 4 adultos por trampa. En tanto, en el Centro-Sur, la dinámica poblacional se mantuvo estable, con un 97% de localidades sin detección de Dalbulus maidis, y el resto, en la categoría inferior.
Argentina es de los principales países exportadores globales de maíz, tanto en grano como en productos industrializados. Actualmente, el cereal llega a más de 100 países, aunque 32 de ellos concentran el 97% del total exportado, y dentro de ese grupo, nueve representan el 75,3% de las ventas externas.
Entre los principales compradores se destacan Vietnam, que concentra el 17,8% del volumen total exportado; Corea del Sur con el 10,5%; Perú, con el 9,2%; y Argelia, con el 8,4%. En los últimos cinco años, el promedio de exportaciones nacionales de maíz fue de 35 millones de toneladas anuales.
¿Cómo detectar la chicharrita?
Se trata de un insecto muy pequeño, de no más que 3 a 4 mm. El adulto es color crema translúcido con dos puntos más oscuros sobre la cabeza, con las alas más largas que el abdomen. Puede tener al menos siete generaciones desde septiembre a mayo.
El efecto de la plaga es llamado achaparramiento del maíz, que es causado por la bacteria Spiroplasma kunkelii, y es una enfermedad transmitida por la chicharrita al alimentarse.
Un estudio reciente del Inta Las Breñas, reveló un hallazgo clave: ni la temperatura ni la duración del día son los factores que disparan su reproducción, sino la presencia misma del maíz. Esta estrategia le permite a la plaga sobrevivir al invierno en estado de reposo reproductivo y reactivarse apenas aparecen las nuevas plantas. Esto explica su capacidad de provocar daño y pérdidas millonarias en las cosechas.